Por Jorge Nitales En un acto sin precedentes, pero que no sorprendió a nadie, la Universidad de Guantánamo ha otorgado a Gerardo Hernández ...
Por Jorge Nitales
En un acto sin precedentes, pero que no sorprendió a nadie, la Universidad de Guantánamo ha otorgado a Gerardo Hernández Nordelo, reconocido "Héroe" de la República de Cuba, el título honorífico más peculiar de su historia: el Honoris Causa al Tarrú Más Destacado de la Revolución. Según el comité organizador, esta distinción reconoce "el carácter aguantón" del homenajeado, una cualidad que no solo lo ha definido durante el periodo de los Castro, sino que lo eleva como una figura histórica en la resistencia emocional cubana.
Un mérito histórico e inquebrantable
El rector de la universidad, durante su discurso, destacó que este reconocimiento no es fruto del azar. "Gerardo ha demostrado una capacidad única para soportar lo insoportable. Desde sus misiones internacionales hasta su vida personal, su temple es un ejemplo para todos los cubanos que enfrentan adversidades con una sonrisa y un aplauso al sistema", señaló mientras los asistentes coreaban consignas revolucionarias.
La ceremonia: lágrimas y risas revolucionarias
El evento estuvo cargado de simbolismo. Entre las actividades destacadas, se presentó una exposición de caricaturas realizadas por el propio Gerardo, en las que retrata con humor su vida matrimonial. En una de las piezas más comentadas, titulada El amor bajo vigilancia, se muestra a un hombre con binoculares observando desde la distancia cómo su esposa recibe visitas "amistosas".
Adriana Pérez, esposa del galardonado y también ingeniera química, no pudo contener las lágrimas al agradecer el reconocimiento. "Este título es un homenaje a nuestra fortaleza como pareja. Gerardo siempre ha sabido mirar hacia otro lado cuando las circunstancias lo han requerido", afirmó entre aplausos.
Un legado para la juventud cubana
El evento cerró con un llamado a los jóvenes. "El sacrificio y la paciencia son valores revolucionarios. Si Gerardo pudo aguantar todo esto por la Revolución, ¿qué no podrán aguantar ustedes?", concluyó el rector. La audiencia respondió con ovaciones mientras se repartían copias del libro Manual del Aguante Revolucionario, escrito por el propio Hernández.
Con este galardón, Cuba demuestra una vez más que en la isla no hay imposibles. Ni siquiera para los tarrús más ilustres.
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